Hacía tiempo ya que había empezado un blog a cerca de mis Bundesaventuras, que deje a la deriva por desidia y falta de creatividá. Hoy empiezo de nuevo, no de cero, pero si desde la cola de la serpiente, desde empezar otro rol; esta vez mucho más largo, espero que igual o más de intenso e interesante, y espero que la desidia no me alcancé demasiado pronto. Tons bueno, sigo aquí en Tuebingen. Hubo problemas con mi visa británica y pues tengo que esperar un rato en lo que la aprueban y todo el choro para que me pueda mudar a Cambridge. Mientras tanto vivo como invitado en el Winkelrain, durmiendo en la espaciosa sala de abajo.
Aparte de que me he sentido “arrimado” en estos lares, pues se siente raro que la vida aquí sigue su cause normal en esta casona. La neta esta chido, digo, no había razón de más para que me super extrañaran ní nada, vivímos a gusto acá los nueve en el tiempo que estuve aquí, y cuates seguirán siendo aunque ya no nos viéramos la cara desmañanados y crudos. La neta es otro pedo eso de vivir en un WG –casa compartida-, sí te entiendes con los inquilinos son un poco como una segunda familia –según un par de alemanes. Digo, la neta para mí no son como una segunda familia, pero son amigos o conocidos que conoces a un nivel bien diferente a otras bandas. Igual puedes ir de reven con ellos y así, netear a gusto, pero el chiste es más bien de que te los topas casí a diario y pues saben que te gusta comer o cocinar –que no es lo mismo, pero es igual-, y a que hora vas y regresas de la escuela o la chamba, y ondas más íntimas, por ejemplo entre nosotros tenemos a una soprano de lecho y creemos que el afortunado sufre de tinnitus toda la noche y ya no puede conciliar el sueño, al igual que todos los no tan afortunados que compartí(a)mos el mismo nivel en la casa.
En fin, a estos los extrañare por aquello de todas las cosas que aquí pasaron, pero bueno, ¡Ellos tendrán que aguantar a su Umlautloswohnzimmerbesitzer!
Escuchaba el segundo disco del Cup of Sand de Superchunk, chido chido.