Ahora puedo probar de nuevo “ese” opio. Es chido volver a jugar, y más aún en la forma “normal”, once contra once, en una liga. La MCR, o liga de la gente de posgrado de la universidad. El equipo es de la sociedad helénica: juego con nueve griegos y un británico. Es familiar volver a practicar un deporte donde no entiendo lo que me dicen, o de lo que se quejan o platican los jugadores. Ya lo había vivido durante dos años en el beis en Tü. Sin importar que no pueda convivir tanto con la banda la neta es chido jugar fucho de nuevo. Después de no se cuantos años de jugar cada sábado era hora de volver a mi viejo vicio.
Jugamos en la segunda división contra colegios u otras sociedades. Y es cagado porque los griegos son re marranos. Digo, varios jugadores son buenos, pero también los hay re marranos y como no hay árbitro se lo toman más a la ligera.
Cagado, en el partido pasado derribaron a un delantero contrario y que suelta un “¡concha tu madre!” ja, un argentino. Re chistoso, tomaba el balón y empezaba a respolar como a quién se le quema la sopa: “fuu fuu fuu”, era como sí le ardieran los pies de tocar el balón. O era algún hechizo -poco funcional- para evitar los certeros hachazos helenos.
Hasta ahora vamos bien en la liga, pero supongo que eso a ustedes los tiene sin cuidado. Pero con eso de que no entiendo lo que dicen luego me da la impresión de que se quejan y se reclaman mutuamente todo el pinche partido. Y ahí ando preguntando “¿Qué pasa?” Unas veces no es nada, otras es neto y se calientan pero no ha habido demasiada violencia. Eso sí, con eso de que tienen sangre espartana, y esa al parecer es ligerita, no dudo de que se arme la “cámara greca”. Espero no estar en el ojo del hurácan.
Pero tampoco crean que la banda helénica es mal pedo, al contrario, se la pasan bromeando -en griego- y hablando fuerte, que lo último es una gran diferencia comparado con lo callado que son los otros equipos con los que me he topado, y en general de la banda que vive en esta comarca.
He aquí una foto del equipo y un par de colados después de un partido.