Ayer estabamos en Londres de visita. El clima cambió rádicalmente muchas veces en un pequeño lapso de tiempo: primero lloviznaba, luego salió el sol a plomo, después se nubló, llovió a plomo, se calmó, seguía nublado pero sin amenaza de lluvia iminiente. Es díficil predecir el clima en estas tierras volubles, hay tantos factores a tomar en consideración y de los cuáles todavía no estoy completamente familiarizado. Esta, por supuesto, la cantidad de nubes en el cielo, y su color y distancia a la tierra, el viento, la presión atmosférica, y así. Pero hay otros eventos que poco a poco aprendo a predecir, por ejemplo que después de cenar y un par de chelas lo más probable es que ya no haya más chelas ya que todos los pubs estarán cerrados.
Clavado en la textura y los sabores a centeno me acordé de que no solo los humanos somos capaces de “razonar” con probabilidades. Macacos en la selva africana -no me acuerdo donde- son capaces de predecir dentro de su valle donde la fruta va a estar más madura y deliciosa basandose en un par de factores al parecer: el clima, incluyendo lluvias y sol, orografía, y donde habían comido antes. Pero, entonces ¿Como es posible que nosotros primates podamos -más o menos- predecir en general, y en particular el clima, para neustro beneficio?
No es necesario saber la temperatura y precipitación exactas, sino saber más o menos que es adecuado llevar puesto o a donde ir.
Dicen los que saben que por un lado hay que aprender a “leer” las diferentes señales ambientales, por ejemplo que tan húmedo esta el aire y cuál es la relación entre esa húmedad y la probabilidad de que vaya a llover. Luego hacer una especie de suma secuencial de este tipo de señales y cuando pasen cierto umbral hacer una elección de acuerdo con nuestra experiencia previa, por ejemplo sí el cielo esta cerrado, las nubes son negras, el aire esta re húmedo entonces es muy probable que llueva y por lo tanto tengo que llevar un paraguas.
Los macacos también “piensan” así. Para hacer que los macacos hablen y demuestren una preferencia entre dos opciones, Tang y Shadlen [1] los entrenaron para que con la mirada “hablen” y señalen que opción prefieren. Después de eso les mostraron diferentes señales visuales en una pantalla, cada una de ellas estaba asociada a una probabilidad diferente de que una de las dos opciones era la “correcta”. Después de mostrar secuencialmente cuatro de estas señales -como sí fueran señales atmosféricas en mi relato- una de las dos opciones era más probable de ser la correcta. Después de mucho tiempo, los macacos aprendieron a predecir “el clima” y neuronas en una parte de su cerebro que se encarga parcialmente de planear sus movimientos oculares -los ojos pues- representaron en su patrón de disparo [2] cuál era la opción más cercana a la correcta a medida de que acumulaban evidencia a favor o en contra de una de las dos opciones. Por así decirlo, sí las señales indicaban que iba a llover las neuronas disparaban mucho y al contrario sí no.
Regresando a la pregunta de como podemos predecir el clima, al parecer lo podemos hacer acumulando evidencia con nuestros sentidos, representando esta acumulación en nuestro cerebro y tomando una decisión basados en umbrales, o por así decirlo reglas de dedo, basadas (y reformadas) en nuestra experiencia previa.
Como no tengo mucho tiempo viviendo en esta isla, soy bastante malo prediciendo cuando va a llover y cuando no (la pregunta de sí llovera o no es bastante fácil: lloverá). Pero espero que con más experiencia sepa cuando calzar botas impermeables y cuando unas cómodas chanclas, mis pies lo agradecerán.
1. Yang T, Shadlen MN. Probabilistic reasoning by neurons.
Nature. 2007 Jun 28;447(7148):1075-80.
2. Las neuronas se comunican mediante la liberación de químicos de una neurona a otra, para ello la neurona emisora necesita disparar estos químicos.
martes, 24 de julio de 2007
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