La primera vez que ví a Christof Koch fue una inspiración. Fue en el 2005 en Tuebingen, y en su momento quedé tan impresionado que escribí una entrada en mi viejo blog. (Que por cierto, ya no existe).
Ahora me encuentro con un librito que publico no hace poco, llamado "consciencia: confesiones de un romántico reduccionista". Me encanto por la paucidad de la argumentación, y por su enfásis en lo personal.
Koch sugiere que básicamente todos los organismos que tienen el circuito neuronal necesario y suficiente para ser consciente, lo son. Cada organismo experimetna la consciencia de manera diferente y en niveles diferentes. Pero nunca llega a una definición de consciencia. Pero no por error, sino por comisión. Por un lado prefiere enfocarse en el "problema suave" de la consciencia, y deja a los filósofos abordar el problema duro (la definición de consciencia). Koch escribe: "Los filósofos piensan sobe sistemas de creencias, lógica y opinoines,
no en leyes naturales y hechos". Que es como decir "nosotros los científicos nos ocuparemos de crear
conocimiento para poder definir la consciencia." Será un tipo a momentos petulante, mas siempre pragmático.
Un aspecto de la consciencia que siempre me parecerá fascinante es su relación con el libre albedrío. No falta el que piensa en que podremos determinar la conducta del hombre: la reducción última. Pero Koch (y Crick, su asiduo colaborador y descubridor de la estructura del ADN) defiende la idea del libre albedrío esgrimando la teoría de la física quántica.Y sé lo que estoy resumiendo a manera muy burda, la idea básica esta relacionada con la electricidad -que se transmite en paquetes y en ondas dependiendo de como la midas.
En resumen, el libro esta super bien escrito lo que hace su lectura superficial sencillita, pero rascandole a la superficie hay muchas más cortezas que descubrir. Algo que me encanto de este libro fue leerlo en el metro de Nueva York. Me recordo vivir en la ciudad de México en el vaivén de los peseros.
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3 comentarios:
mmmh suena interesante, sobre todo la tesis de la conciencia de todos los seres con circuito neuronal necesario, arrojaría mucha luz a muchos defensores de animales que mas bien son paternalistas y humanizan demasiado a los pobres bichos, si tienen conciencia de sí seguramente tienen algún tipo de dignidad por sí mismos.
Lo otro es ¿cómo plantea el libre albedrío si trabaja con "leyes naturales y hechos"? ¿No sabes si hay traducción o PDF por ahí?
Un abrazo.
Estoy de acuerdo que es muy normal antropomorfizar a otros animales. El problema de esa postura es que le da cualidades a otros animales que en realidad no tienen.
Definitivamente para mí la idea más reveladora fue que sí existen los circuitos necesarios y suficientes puede existir consciencia. Una clave importante es que hay diferentes niveles de consciencia, y uno de los procesos más complicados es la consciencia de sí mismo. Que no es lo mismo de estar consciente de sí mismo, y por lo tanto me parece que, aún dentro de esta postura, todavía no hay cabida para la dignidad propia animal. Creo que este último pensamiento podría ser otro ejemplo de antropomorfización.
Voy a tener que checar el libro para contestarte la segunda pregunta.
No sí si haya traducción, pero fue publicado hace relativamente poco tiempo (Junio de este año). También se puede conseguir como ebook, pero wea leer en esas pantallitas!
Hola!!
Escribiré desde mi aparato digestivo:
El libre albedrío no existe, solo es una ilusión. :)
Bendita ilusión.
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