domingo, 6 de julio de 2008

un clip rojo

La Navidad pasada recibí un tumba burros: "the oxford history of britain". Era uno de mis tantos deseos hechos realidad.
Después de seis meses de leerlo intermitentemente, me he dado cuenta que ahora busco otros libros para evitar leer sobre la historia de Gran Bretaña. No es que sea aburrida, pero el libro en sí es bastante tedioso, se la pasan hablando de la realeza y como se casan entre primos y así. Se necesita muy buena memoria para seguir la pista a todos los actores.
Por eso hay librerías que venden pulp -como en Pulp fiction- en las estaciones de tren o en los aeropuertos. Curiosamente, intercambié con una amiga uno de estos libros, el último libro que he leído y se llama "one red paperclip". A pesar de que el escritor no es precisamente bueno, por ejemplo escribe "We laughed because it was funny", la historia es bastante buena: en menos de un año nuestro héroe de carne y hueso cambalachea un clip rojo por una casa mediante mucha suerte, trabajo, y una muy buena habilidad para explotar las oportunidades que se fueron presentando. Y al final la lectura es linear, simple y en muy poco tiempo pude terminarlo.
Cambalachear es una de esas habilidades que nuestra especie desarrollo una vez que descubrió la agricultura y una nueva división del labor. Hay veces que simplemente se me olvida que el dinero en sí es un medio para otras cosas. Y lo lindo del libro es que saltándose al intermediario Kyle "cambalachea" un clip por una casa. Espero no arruinar el libro diciendo que el chiste es como Kyle le va añadiendo valor a un clip para cambiarlo por una casa.
Y por supuesto no es una idea que nació de la nada, los hermanos Grimm -me cuentan- escribieron Juan con suerte (pueden checar un par de palabras en Danes cambiando el idioma en la barra superior de la página), típica historia con moraleja o de humor negro.

Finalmente, vivir en medio de la nada en Canadá no fue lo que esperaba(n) los Macdonalds. Ahora la cambian por cualquier otra cosa. Se me hace que los Macdonalds todavía no leen a los Grimm.

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