Una vez en nuestros asientos nos sorprendieron muchas cosas. Primero lo cerca que estabamos de la línea de disparo, luego lo lejos que estabamos de los blancos y la cantidad de coreanos que había. La verdad lo último lo esperaba ya que durante el tiro con arco en Beijing las gradas también estaban abarrotadas de coreanos y sus ruidosas manos de aire. Es realmente impresionante lo lejos que estaban los blancos -claro que nunca antes había entrado a un "estadio de tiro con arco", pero es realmente increíble la precisión con la que todas las competidoras tiraron. Y realmente tuvimos mucha suerte porque estabamos justo enfrente de las arqueras, y aun desde la penultima fila se les veía muy bien.
El ambiente era de camaradería entre las motas blancas apoyando a sus tres arqueras, muchos grupos pequeños de diferentes países -Italia, Dinamarca, Japón- otros varios grupos de mexicanos y fans, todos ellos en un mar de británicos que salieron a disfrutar de sus Olimpiadas.
Todos los enfrentamientos antes del de Aída no me importaban, el enfrentamiento después del de Mariana tampoco (¡Pobre mongola!). Pero sirvieron muy bien para entender mejor el deporte y absorber el ambiente, que era mas bien serio.
En cuanto salio Aida el ambiente se prendió. Se armo una porra impromptu en la otra grada y los arqueros mexicanos hacían lo propio desde el pabellón. Después de tirar un horroroso 5, Aída parecía que iba a ser eliminada por la número 332 del mundo, mas se recupero con fortaleza mental -mas no excesivo tino. Una vez que gano el tercer set se sentía como ella ganaría -la falta de confianza de la nipona y las bromas de Aída con su coach delataban quien ganaría el enfrentamiento mental. Para cuando salió Mariana hasta el comentarista empezó a organizar la ola (mexican wave en estas latitudes). Y en eso que cierta personita que se la paso muy a gusto dormida en mi pecho empezo a llorar. Después de cambiar de progenitor, y Maya más tranquila, nuestro temor desapareció -no habría lloros cuando tirara Avitia. Esta preocupación inició cuando Alejandra Valencia se preparaba para tirar alguna flecha contra la china Ming, se escucho un llanto de bebe y tiro rojo, y mi primer pensamiento fue "espero que no me pase eso el jueves", y no paso. Con el estadio de su lado Mariana tiro bien, mas la danesa se desplomo con su horrible dona, y Marianita hizo lo suficiente para pasar a la siguiente ronda.
Lamentablemente no teníamos boletos para los cuartos y semis, así que con las dos arqueras mexicanas en la siguiente ronda me dí por muy bien servido.
Cansado por la desmañada |
¿hijos de arquero (hijos de Im Dong hyun), arqueritos? |
Aída justo antes de soltar la última flecha |
Fans olímpicos |
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