martes, 10 de abril de 2007

Fin de semana santo (¡Otra historia sobre un fin de semana!)

El jueves me levantó un dolor de muela terrible a eso de las 7 de la mañana. Adolorido me fuí a la chamba en la super bicla del Shunsuke, tomando una vuelta mis jeans se atoraron con la estrella de los pedales, y como la estrella no deja de girar la estrella hizo jirones los jeans y quedaron inservibles después de apenas un mes de servicio. Regresé raudo y veloz a cambiarme y ponerme los de pana, la única alternativa. Juí a la chamba y no podía creer que el día hubiera empezado tan mal.

Y aunque empezo de la verga una noticia como al medio día me puso de buen humor. ¿Cuál? Ya les contaré luego, ¡Ja!. Luego juí a echar la reta y estuvo chido chido jugar con la banda del departamento, un poco de convivencia extracurricular nunca esta de más.

El viernes lo tuve libre y estuve echando la hueva en la casa, y también me dí un rol por la ciudá, la verdad no me acuerdo bien bien que hice, eso sí, la muela seguía chingando así que me compré unas aspirinas.

Como estuve de huevón el viernes, el sábado me lanzé a rodar un ratín por los alrededores. Estuvo chido. Regresando me topé al Arnaud en la casa, el Paul se fué a casa de sus jefes y de los demás ní sus luces, y pus antes de que me pusiera el gorrito de chef (calentar el horno para una pizza) me preguntó sí quería ír a jugar badminton. Y pus nos juímos a jugar, y aunque estaba cansadón estuvo divertido, e increíblemente, aunque iba perdiendo 10-3 pude remontar y ganar mi primer juego de Badminton 19-17 ¡Yey!

En la noche el Arnaud se fue a ver a sus compas y yo andaba erizón por unas chelitas así que aún solapas salí a por una. La neta fue bien raro eso de salir solapas de “reven” y tomarme una chela silenciosamente en un ruidoso pub. Pero bueno, muchas cosas pasaron por mi cabeza, y lo que sí, se me quito lo erizo y sin duda la próxima vez que salga a por una helodia iré acompañado.

El domingo aparte de echar la hueva y andar dopadón con las aspirinas me juí con el Arnaud al museo Fitzwilliam, esta chido pero la verdad no es mi jit. De regreso a casa nos desvíamos por gasolina en el “Sir Issac Newton” –es que hacía calorcito primaveral. Y pus estuvo a gusto el cotorreo, y después de también hablar con la elma, mejoró mi “malviaje” de ír por una chela (si, una) solapas el día anterior.

Y aunque el fin empezo de la chingada al fin el fin estuvo chido; todavía hay rayito de esperanza, digo, esparanza para rayito.

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